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La Organización Mundial del Comercio (OMC)

La OMC es la Organización Mundial del Comercio, una institución internacional que regula el comercio entre sus Estados Miembros, que actualmente suman 164 países.

Su función principal es promover el libre comercio y la reducción de los obstáculos comerciales, así como resolver las disputas comerciales y supervisar el cumplimiento de los acuerdos comerciales.

Entró en vigor el 1 de enero de 1995 y tiene su origen en el Acuerdo de Marrakech, firmado por 125 países en 1994, como resultado de la Ronda Uruguay, el proceso de negociaciones comerciales multilaterales más grande e importante de la historia, que se inició en 1986 en Punta del Este y duró siete años y medio. La Ronda Uruguay abarcó temas como la agricultura, los servicios, los textiles, la propiedad intelectual, las medidas sanitarias y fitosanitarias, las barreras técnicas al comercio, la solución de diferencias y el trato especial y diferenciado para los países en desarrollo.

La OMC sustituyó al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), que había sido creado en 1947 como un tratado internacional para regular el comercio de mercancías. El GATT se había modificado varias veces a lo largo de las sucesivas rondas de negociaciones comerciales, pero no tenía una estructura institucional ni abarcaba todos los aspectos del comercio. El GATT se incorporó como uno de los acuerdos de la OMC, conocido como el GATT de 1994.

Cuáles son sus funciones

La OMC se basa en varios principios simples y fundamentales que constituyen la base del sistema multilateral de comercio. Estos principios son: la no discriminación, el trato nacional, el trato de nación más favorecida, la reciprocidad, la transparencia, la previsibilidad y la seguridad jurídica. La OMC también busca fomentar la cooperación y el diálogo entre los países miembros, así como facilitar su integración en el sistema comercial mundial.

Uno de los principios fundamentales de la OMC es el trato nacional, que implica que los productos importados deben recibir el mismo trato que los productos nacionales en cuanto a impuestos y regulaciones. Otro principio es el trato de nación más favorecida, que significa que los países miembros deben otorgar a todos los demás miembros el mismo trato que al país más favorecido en materia comercial.

Los acuerdos comerciales de la OMC abarcan diversas áreas, como el comercio de mercancías, el comercio de servicios, los derechos de propiedad intelectual, las medidas sanitarias y fitosanitarias, las barreras técnicas al comercio, las subvenciones, el antidumping, los obstáculos técnicos al comercio, etc. Estos acuerdos establecen las normas y principios que deben respetar los países miembros en sus relaciones comerciales.

Cuando surgen conflictos entre los países miembros por la interpretación o aplicación de los acuerdos comerciales, la OMC ofrece un sistema de solución de diferencias, que consiste en un proceso de consultas, un panel de expertos y un órgano de apelación. El objetivo es resolver las disputas de forma pacífica y basada en las normas. Las decisiones del sistema de solución de diferencias son vinculantes y pueden conllevar sanciones comerciales si no se cumplen.

La OMC también realiza una función de examen y transparencia de las políticas comerciales de sus miembros, mediante informes periódicos y revisiones por pares. Además, la OMC facilita la cooperación técnica y la asistencia a los países en desarrollo para mejorar sus capacidades comerciales y facilitar su integración en el sistema multilateral de comercio.

Cómo funciona

La OMC funciona a través de varios órganos y mecanismos. El órgano supremo es la Conferencia Ministerial, que se reúne cada dos años y toma las decisiones por consenso de todos los miembros.

La OMC está dirigida por un Director General, que es elegido por los países miembros por un período de cuatro años. La actual Directora General es Ngozi Okonjo-Iweala, desde el 1 de marzo de 2021.

Su órgano ejecutivo es el Consejo General, que integrado por representantes de todos los países miembros, se reúne varias veces al año – regularmente en Ginebra –  para supervisar el funcionamiento de la organización actuando también como Órgano de Solución de Diferencias y como Órgano de Examen de las Políticas Comerciales.

La organización cuenta también con varios comités y órganos subsidiarios que se ocupan de diferentes temas específicos.

Objetivos y beneficios que aporta

La OMC tiene como objetivo facilitar el intercambio de bienes y servicios entre los países, reduciendo o eliminando las barreras comerciales, como los aranceles, las cuotas o las subvenciones. También busca establecer normas comunes para el comercio, como las relativas a la propiedad intelectual, los servicios, la agricultura o el medio ambiente. Estas normas se negocian y acuerdan por consenso entre los países miembros, y se basan en los principios de no discriminación, reciprocidad, transparencia y competencia leal.

Al fomentar el libre comercio, aporta beneficios tanto a los países como a los consumidores y contribuye al crecimiento económico, al desarrollo sostenible y a la reducción de la pobreza. Al mismo tiempo, ofrece a los consumidores una mayor variedad y calidad de productos y servicios, a precios más bajos y competitivos.

Por otra parte, la OMC proporciona un mecanismo de solución de diferencias que permite a los países resolver sus conflictos comerciales de forma pacífica y eficaz.

Desafíos a resolver

En los últimos años, la OMC ha enfrentado varios desafíos que ponen en riesgo su legitimidad, su eficacia y su relevancia como son:

  1. La paralización del Órgano de Apelación, que es el mecanismo encargado de revisar las decisiones de los paneles que resuelven las disputas comerciales entre los miembros, pues desde diciembre de 2019 Estados Unidos ha bloqueado el nombramiento de nuevos miembros.
  2. La dificultad para avanzar en las negociaciones de la Ronda de Doha, que se inició en 2001 con el objetivo de liberalizar el comercio mundial y abordar las demandas de los países en desarrollo.
  3. La proliferación de acuerdos comerciales regionales y bilaterales, que pueden socavar las normas y los principios de la OMC.
  4. La adaptación a los nuevos desafíos del comercio mundial, como la digitalización, la economía verde, la pandemia del COVID-19, las tensiones geopolíticas y la guerra en Ucrania.

En conclusión. la OMC es una organización vital para el desarrollo económico y social de sus países miembros y del mundo en general pues tiene un papel clave en la promoción de un comercio mundial más abierto, justo y sostenible.

Sin embargo, para poder cumplir estos objetivos necesita renovarse y adaptarse a las nuevas realidades y demandas del siglo XXI. Solo así podrá seguir siendo un instrumento al servicio del desarrollo económico y social de todos los países.

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